Como
doctrina en los años 60, se desarrollo “El
Etiquetamiento”, los criminólogos, la definieron como aquellas personas que
han desplegado un comportamiento desviado, teniendo sus repercusiones sociales al
punto que son tomados en cuenta por los organismos de seguridad y el sistema de
justicia.
Etimológicamente, la palabra estigma
proviene del griego “Stigma” que significa marca o señal impresa en el cuerpo
del reo, para indicar que ese individuo era repudiable ante la sociedad.
La estigmatización es un gran
problema social, los principales representantes del etiquetamiento son aquellos
que ostentan poder, la aplican originando una imagen negativa, la cual la
sociedad reacciona formando modelos de conductas desviadas. Esto sucede cuando
los organismos de seguridad aprehenden a una persona y lo exponen a los medios
sociales con seudónimos en algunos casos inventados, alimentando también al
amarillismo periodístico, esto es la práctica del “etiquetamiento”.
“La
Ley Sobre Vagos y Maleantes”, ley derogada, pero nos da un ejemplo claro
cuando el propio estado (quien ostenta el poder) crea estereotipo, etiqueta a
los seres humanos de “Vagos” y “Maleantes”, registrándolos con antecedentes
penales, sin tener una sentencia que lo considere culpable de un hecho punible.
Igual pasa cuando son registrados por ante el cuerpo
de investigaciones, científicas, penales y criminalística, al momento de una
detención, así sea por un delito menos
graves son “tatuados”, grabados, convirtiéndose en un castigo accesorio (que no
está prevista en ninguna ley), causando en el individuo un resentimiento social,
cambia inconscientemente su relación con las demás ante quienes aparece ya como
indigno de confianza, empujándolo hacia grupos desviados donde se sienten
apreciados, arrastrándolos hacia una carrera criminal.
Como colofón, todos como parte del estado,
debemos aportar para lograr la verdadera reinserción de aquellas personas que
en algún momento desviaron su andar, los dueños de compañías no debe complicar
la obtención de trabajo a alguna persona que tenga algún registro policial, no
hacerlo, infringiríamos con nuestra constitución cuando establece “(…)
No se permitirá discriminaciones fundadas en la condición social (…)”
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